Fisioterapeuta: Francisco Ángel Apolo Carreras

El estreñimiento en la enfermedad de Parkinson  es un síntoma muy frecuente y de gran importancia pero poco comentado e infravalorado en la consulta con el médico. Una revisión de la literatura  científica resume el conocimiento actual sobre el estreñimiento en esta enfermedad.

 

El estreñimiento hace referencia a la apreciación que puede hacer cada individuo sobre su hábito intestinal. Las evacuaciones intestinales no siguen un patrón fijo de una persona a otra. Algunas personas pueden defecar una vez al día y otras 3 o 4 veces a la semana. La clave es conocer qué es lo normal para ti.

 

De forma general, se considera como estreñimiento cuando se evacua menos de tres veces a la semana. Sin embargo, este criterio no es suficiente por sí mismo, ya que muchos pacientes con estreñimiento refieren una frecuencia normal pero con otras molestias subjetivas, como un esfuerzo excesivo, heces muy duras o una sensación de evacuación incompleta.

Si sientes que tu ritmo de evacuación intestinal ha cambiado, por ejemplo, evacuabas una vez al día y ahora solo dos veces a la semana y con trabajo, es porque algo ha provocado que tus movimientos intestinales sean menos frecuentes.

Aunque los pacientes de Parkinson no son los únicos que padecen estreñimiento, si tienes esta enfermedad, es muy probable que los problemas que experimentas se deban a ella.

La aparición de estreñimiento en Parkinson puede deberse a síntomas de la propia enfermedad, el intestino trabaja con mayor lentitud, o bien puede deberse a efectos secundarios del propio tratamiento de Parkinson. Por otro lado, una disminución de la actividad física debido a otros síntomas de la enfermedad o bien cambios en la dieta, pueden ser factores que contribuyan a la aparición de estreñimiento.

¿Cómo evitar estreñimiento en la enfermedad de Parkinson?

  • Beber al menos 2 litros de agua o líquidos al día. Puedes recurrir a zumos, infusiones, etc.
  • Aumenta el consumo de fibra. Los cereales (pan integral, avena, etc.), las frutas (ciruelas, kiwi, naranjas) y las verduras tienen alto contenido en fibra.
  • Las bebidas calientes especialmente por la mañana tienen un efecto laxante.
  • Los lácteos fermentados como los yogures o el kéfir, contienen probióticos y prebióticos, y mejoran el estreñimiento en personas con Parkinson.
  • Regularidad en tus horarios de comida y regularidad para el momento de la deposición.
  • Practicar una actividad física de forma regular, como caminar varias veces al día. ¡Caminando mueves tus huesos, tus músculos y también tu intestino!.
  • Siéntate cómodamente en el inodoro, a ser posible con las rodillas bien flexionadas (puedes utilizar un pequeño taburete para apoyar tus pies, esto ayudará a la contracción de los músculos abdominales.).

Evita el uso continuado de laxantes.

La clave para el alivio del estreñimiento es la paciencia. Tómate tu tiempo para restaurar la función intestinal normal. Un entrenamiento intestinal puede tardar de 2 a 3 meses. A menudo no se obtiene un cambio en los primeros días ¡no te desanimes!.

Es tentador tratar de controlar la función intestinal con enemas o laxantes. Sin embargo, estos pueden dañar el revestimiento y la función del intestino. Debes evitarlos si es posible. Procura controlar tu ritmo intestinal con ejercicio y hábitos nutricionales y si necesitas más ayuda ¡Consulta con tu médico! él te recomendará lo más adecuado para ti.

Ejercicios que pueden mejorar la función intestinal:

  1. RESPIRACIÓN ABDOMINAL


Posición: tumbado boca arriba con las piernas en semiflexión, y las manos sobre el abdomen.
Se realizan respiraciones abdominales, hinchando el abdomen durante la inspiración y vaciándolo dirigiendo el ombligo hacia el suelo en la espiración.
Duración: 5 minutos.

 

  1. RESPIRACIÓN ABDOMINAL ABRAZANDO LAS PIERNAS


Posición: tumbado boca arriba con las piernas en flexión, las manos recogen las rodillas.
Se realizan respiraciones abdominales, hinchando el abdomen durante la inspiración y vaciándolo presionando el abdomen con las rodillas durante la espiración (Foto 3).
Duración: 2 minutos
Contraindicación: Las mujeres embarazadas deben separar las rodillas.

 

 

  1. FLEXIÓN DEL TRONCO


Posición: Sentado en el suelo con las piernas estiradas, se flexiona el tronco, y los brazos se estiran hacia los pies.
Se realizan respiraciones abdominales, hinchando el abdomen durante la inspiración y vaciándolo en la espiración (Foto 4).
Si resulta algo molesto, se puede realizar estirando una pierna y flexionando la otra, y viceversa (Foto 5 y 6).
Duración: 2 minutos
Contraindicaciones: Hernia discal o problemas lumbares severos.

 

  1. RESPIRACIÓN ABDOMINAL ELEVANDO PELVIS


Posición: tumbado boca arriba, con las piernas en semiflexión, y las manos sobre el abdomen, alzando la pelvis.
Se realizan respiraciones abdominales, hinchando el abdomen durante la inspiración y vaciándolo en la espiración. Tras cada ciclo respiratorio podemos descansar apoyando la espalda sobre el suelo (Foto 7 y 8).
Si no es posible alzar la pelvis, se puede realizar colocando una almohada debajo de la misma (Foto 9 y 10).
Duración: 2 minutos

 

  1. EL CLAVO


Posición: tumbado boca arriba, se estiran las piernas hacia arriba (pueden estar algo flexionadas), y las manos “apoyan” en la espalda.
Se realizan respiraciones abdominales, hinchando el abdomen durante la inspiración y vaciándolo en la espiración (Foto 11).
También se puede realizar reposando la pelvis en el suelo y apoyando los antebrazos colocando las piernas apoyadas en la pared, así como realizar 3-4 contracciones suaves y rápidas abdominales tras la espiración (Foto 12).
Duración: 2 minutos.
Contraindicaciones: En mujeres embarazadas y problemas cervicales.

 

 

  1. ASCENSO ABDOMINAL


Posición: De pié, con las piernas algo separadas, flexión de tronco y las manos apoyadas en los muslos.
Se inspira lentamente hinchando el abdomen (Foto 13). Posteriormente se espira hasta el vaciado del aire de manera que el vientre quede hueco y lo mantenemos así unos segundos (Foto 14). A continuación volvemos a inspirar y se repite e ejercicio 5 veces.
Una variante es que tras la espiración, realizamos varias contracciones y relajaciones rápidas de la pared abdominal.
También se puede realizar sentado (Foto 15) o tumbado como en el primer ejercicio en la foto 1.
Duración: 2 minutos

 

 

 

 

 

 

 

  1. LOMO DE GATO

Posición: En cuadrupedia.
Se realizan respiraciones abdominales, hinchando el abdomen durante la inspiración y vaciándolo en la espiración (Foto 16).
Una variante puede ser que en la espiración nos sentemos sobre los talones y estiramos los brazos (Foto 17).
Duración: 2 minutos

 

  1. POSICIÓN CUCLILLAS


Posición: en cuclillas con o sin apoyo en la pared y con los pies completamente apoyados en el suelo a ser posible.
Se realizan respiraciones abdominales, hinchando el abdomen durante la inspiración y vaciándolo en la espiración o simplemente se mantiene la posición (Foto 18).
Duración: 2 minutos

 

  1. MASAJE ABDOMINAL


Posición: Tumbado boca arriba, con las piernas en semiflexión.
Se realiza un suave masaje en el sentido del vaciado del colon, es decir empezando por la parte derecha del abdomen, luego pasando por la parte superior del ombligo, descendiendo posteriormente por el flanco izquierdo (Foto 19).
Variante: Pequeñas presiones en el abdomen en el mismo sentido con las manos (Foto 20) o con una pelota (Foto 21).
Duración: 2 minutos

 

Fuente: Asociación de Fisioterapeutas de España