¿Es el ejercicio físico un buen método para tratar el Parkinson?
FISIOTERAPEUTA: Fco. Ángel Apolo Carreras
A pesar de los avances quirúrgicos y farmacológicos, las discapacidades motoras que van apareciendo progresivamente en la enfermedad del Parkinson necesitan terapias de rehabilitación adicionales para maximizar la función y la independencia de los afectados.
Se ha visto que la actividad física y el ejercicio tienen efectos beneficiosos en el rendimiento físico, a las caídas o en la calidad de vida de los pacientes con Parkinson, ya que parecen mejorar el rendimiento en las actividades diarias y en la movilidad funcional. (Earhart & Falvo, 2013)
Se ha visto en estudios con animales que el ejercicio para el parkinson puede aumentar la síntesis de dopamina y de factores tróficos. Estos factores tróficos modularán la neuroplasticidad del cerebro promoviendo el crecimiento neuronal y/o reduciendo la vulnerabilidad de las células dopaminérgicas (Smith & Zigmond, 2003).
Efectos no Motores
En estudios se ha observado que el ejercicio y las medicinas alternativas, provocan beneficios no motores en pacientes con Parkinson.El Tai chi mejora el sueño; la danza mejora la cognición, la apatía y además tiene una ligera tendencia a mejorar la fatiga; y la acupuntura mejora la depresión y el sueño (Subramanian, 2017).
Efectos Motores
Los efectos motores del Parkinson mejoran con ejercicios de fuerza combinados con estiramientos (Shulman et al., 2013), con entrenamiento de fuerza solo (Carvalho et al., 2015), con entrenamiento aeróbico (Carvalho et al., 2015), entrenamiento en cinta de baja intensidad, y de intensidad moderada (Schenkman et al., 2012). También se han visto mejoras en entrenamientos fitness adaptados para pacientes con Parkinson (MFC) (Corcos et al., 2013), aunque mejoraron más con ejercicios de fuerza progresiva (Corcos et al., 2013)
En el estudio (Demonceau et al., 2017) observó mejora de la capacidad funcional en grupos donde entrenaban fuerza, aeróbico o que recibían fisioterapia.
Por otra parte, con entrenamiento de fuerza con estiramientos se observó mucha más mejora de la fuerza que en entrenamiento con cinta de correr (mejora test 1RM) (Shulman et al., 2013).
Si se quiere mejorar la velocidad de la marcha de la persona lo mejor es hacer el entrenamiento en cinta de baja intensidad, aunque también se ve mejora con entrenamiento de fuerza y el entrenamiento de alta intensidad (Shulman et al., 2013). No obstante, el entrenamiento en cinta de alta intensidad no interesa hacerlo, ya que las mejoras son menores y además existe mayor riesgo de caída. También mejora la velocidad de la marcha junto con una disminución de caídas el entrenamiento de fuerza progresiva y mFC (Rafferty et al., 2017).
También se ha visto que el entrenamiento con cinta, tanto a baja como alta intensidad mejoran el pico de VO2 (Shulman et al., 2013). Estos cambios también se observan en el estudio (Demonceau et al., 2017) con el entrenamiento aeróbico. No obstante, es una mejora que no provoca tantas ventajas en la vida diaria de los pacientes con Parkinson, ya que su VO2 no les supone tanta limitación como les supone la incapacidad o dificultad de caminar y la pérdida de fuerza.
Por lo tanto, para mejorar al máximo la calidad de vida de las personas con Parkinson priorizaremos el entrenamiento de fuerza (normal y/o progresivo) para mejorar la funcionalidad y la fuerza, disminuyendo las caídas. Y el entrenamiento aeróbico de baja intensidad para mejorar la marcha y la funcionalidad motora, ya que muchas veces son una limitación para los afectados. Este entrenamiento aeróbico de baja intensidad además mejoraría el pico de VO2, que a pesar de no ser una limitación en Parkinson es beneficioso. Y, además, si fuera posible, se podría combinar con algunas sesiones de fisioterapia.
Figura 3: Esquema propuesta de Ejercicio para el Parkinson. Fuente propia
Ejercicio para el Parkinson: Entrenamiento de Fuerza (2-3 días/semana):
- Ejercicio para el Parkinsondonde impliquen grupos musculares grandes
- Priorizar ejercicios de tren inferior que es el que genera más limitaciones en las fases más avanzadas de la enfermedad (ejemplo: leg press, leg curl)
- Combinar con ejercicios del tren superior
- Combinar ejercicios excéntricos y concéntricos.
- Series de entre 8 y 12 repeticiones
- Incrementar la carga según la tolerancia: con carga que permita realizar por ejemplo 13 repeticiones y realizar en la práctica 10 o 11 (haciendo 2-3 repeticiones menos del máximo que podríamos realizar)
- Sin llegar al fallo
- Descanso: 1,5’ entre series.
Por otra parte, como complemento beneficioso, entrenar la marcha un día o dos a la semana mínimo, en una cinta de correr durante 15 minutos al inicio, y cada 2 semanas se aumentan 5 minutos. Hasta los 50 minutos al 40-50% de la reserva de frecuencia cardíaca. Sin embargo, si esto no genera adherencia, o no motiva, se podría sustituir o complementar por caminatas en otros lugares, siempre que sea a baja intensidad.
No obstante, es una propuesta de entrenamiento generalizada, pensando en la población de Parkinson. En una situación real, habría que evaluar las necesidades y limitaciones de cada paciente (o grupo), y a partir de ahí, ya se diseñaría un programa adaptado. Porque hay pacientes que su limitación principal puede ser la fatiga, y entonces en este caso priorizaríamos el entrenamiento de marcha, ante la fuerza; y en otros pacientes la limitación principal puede ser la fuerza o el equilibrio o la cognición… todo depende de cada caso.
Bibliografia
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Subramanian, I. (2017). Complementary and Alternative
- Subramanian, I. (2017). Complementary and Alternative Medicine and Exercise in Nonmotor Symptoms of Parkinson’s Disease. In International Review of Neurobiology.
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