Fisioterapeuta: Francisco Ángel Apolo Carreras.

 

Con la llegada del calor, hay algunos problemas que se pueden presentar en nuestro organismo, que con el adecuado manejo de los mismos, pueden mejorar considerablemente.

Uno de estos problemas son los edemas por insuficiencia venosa que tienen atribuidos una causa multifactorial y que con la llegada del calor empeoran.

Esta semana queremos daros unos consejos prácticos para mejorar esta dolencia.

Antecedentes:

 

El sistema circulatorio humano tiene un sistema de bombeo, el corazón, que permite que la sangre transporte a todo el cuerpo los nutrientes y el oxígeno necesarios para su funcionamiento. La parte menos conocida del sistema circulatorio es aquella a través de la cual la sangre retorna al corazón: el sistema venoso. Dentro de él, el trabajo de las venas de las extremidades inferiores es fundamental.

Las venas de las piernas actúan como un sistema de bombeo de sangre hacia el corazón gracias a dos características:

  1. Elasticidad. Son capaces de distenderse —y almacenar sangre— y después volver a su forma original.
  2. Presencia de válvulas, que impiden que la sangre retroceda.

De esta forma, y ayudadas por las contracciones de los músculos de las extremidades inferiores, las venas contribuyen a que la sangre vuelva al corazón.

Cuando las venas pierden parte de esa capacidad de bombeo, habitualmente por el mal funcionamiento o la destrucción de las válvulas, se produce lo que se conoce como insuficiencia venosa.

 

¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia venosa?

 

  • Aparición de varices debido a la pérdida de elasticidad de las venas.
  • Dolor, pesadez de piernas y cansancio.
  • Picor en las piernas.
  • Calambres musculares.
  • Hinchazón (edema), principalmente en los tobillos.

Estos síntomas suelen mejorar con el frío y cuando estamos tumbados y empeoran al estar de pie y, sobre todo, con el calor, por lo que tendremos que tomar medidas especiales con la llegada de los meses calurosos.

Si padeces los síntomas que hemos descrito es probable que tengas una insuficiencia venosa. El médico dispone de distintas técnicas (como la ecografía dóppler) para confirmar que ese es el diagnóstico adecuado.

 

¿Qué hábitos son adecuados para mejorar la circulación de las piernas?

 

Para mejorar la circulación y, por tanto, el retorno venoso, se pueden tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Evita el sobrepeso con una alimentación adecuada. Es recomendable comer verduras, fibra y beber dos litros de agua al día.
  • Haz ejercicio cada día: caminar, andar, bicicleta,…
  • Date duchas de agua fría en las piernas.
  • En la cama, eleva los pies unos 15 centímetros. Puedes usar una almohada o un cojín.
  • Periódicamente, hazte masajes en las piernas desde el tobillo hasta el muslo.

Debes evitar:

  • Los fritos, dulces, alcohol y el consumo excesivo de sal.
  • Las fuentes de calor, como radiadores o saunas.
  • La ropa o el calzado muy ajustado como cinturones, pantalones apretados o botas.
  • Pasar mucho tiempo sentado o de pie. Es recomendable moverse con frecuencia y dar pequeños paseos.
  • Los tacones altos o planos. Lo ideal es un calzado con unos 3 ó 4 centímetros de tacón.

Además de cuidar estos aspectos, hay diversos tratamientos y ejercicios que pueden ayudar

 

¿Cómo puede ayudar la fisioterapia?

 

La evidencia científica avala el tratamiento fisioterápico en la insuficiencia venosa. Nuestro papel consiste en ayudar a mejorar los sistemas de drenaje y dotar al paciente de estrategias de movimiento que permitan mejorar la circulación.

 

  • Mediante técnicas de terapia manual como el drenaje linfático o técnicas de effleurage se busca reducir el edema periférico.
  • Por otro lado, con ejercicios específicos de miembros inferiores activaremos la musculatura que actuará a modo de bomba ayudando al sistema venoso con su función circulatoria.
  • También podemos ayudarnos de ejercicios respiratorios, y medidas posturales de elevación del segmento.
  • El uso de la presoterapia, como dispositivo que complementa las técnicas de masaje y ejercicio, ayudan a seleccionar la presión adecuada y el segmento que más edema presenta.
  • Por último, también se pueden usar diferentes vendajes que faciliten la circulación en sentido ascendente hacia el corazón.

 

 

Medias de compresión

 

Estas medias ejercen una mayor presión en los tobillos que disminuye según ascienden hacia las rodillas y la cintura. Hay varios niveles de compresión, según el grado de insuficiencia. No debes utilizarlas por tu cuenta: el médico valorará cuáles necesitas según tus circunstancias. Además, elegir una talla adecuada será fundamental para que sean eficaces y que no molesten.

 

Tratamiento farmacológico

 

El uso de medicamentos tiene como objetivo aliviar los síntomas y disminuir el edema (acumulación de líquidos bajo la piel) que se puede ocasionar con la insuficiencia venosa.

 

El láser puede ser útil si la insuficiencia venosa es leve, y la cirugía se reserva para los casos más graves. Será un médico quien debe valorar contigo las opciones disponibles.

 

Fuente

Rubén Villa Estébanez . Guía clínica de Insuficiencia venosa. Fisterra [en línea]. 2012